Objetivos a largo plazo de una empresa

Los objetivos a largo plazo deben ser
La idea de fijar sus objetivos empresariales a largo plazo puede parecer una pérdida de esfuerzo con tantos pensamientos dándole vueltas en la cabeza. Dicho esto, es extremadamente difícil alcanzar el éxito empresarial si no se establece hacia dónde se quiere ir en última instancia.
Los objetivos empresariales a largo plazo están pensados para tres o cinco años en el futuro. Cualquier empresa bien gestionada tendrá unos objetivos a largo plazo claros y definidos que marquen la dirección de la empresa y unos objetivos a corto plazo que impulsen esos objetivos a largo plazo.
Estos objetivos son importantes para el empresario, ya que aclaran el propósito de la empresa y ayudan a identificar las acciones necesarias. Para los empresarios, los objetivos a largo plazo deben abarcar no sólo los objetivos de la empresa, sino también sus objetivos personales a largo plazo.
Un objetivo común a largo plazo es que la nueva empresa aumente el patrimonio personal del empresario. Aumentar el patrimonio personal de un empresario puede significar cosas diferentes para cada persona.
Mientras que la definición común sería un aumento de los recursos financieros, otras definiciones pueden incluir un horario de trabajo flexible, la creación de una empresa para satisfacer las necesidades sociales en la sociedad o la mejora de las vidas de las personas que trabajan en la empresa.
Formulación de objetivos a largo plazo
Los objetivos a largo plazo representan los resultados esperados de la aplicación de determinadas estrategias. Las estrategias representan las acciones que deben emprenderse para alcanzar los objetivos a largo plazo. El marco temporal de los objetivos y las estrategias debe ser coherente, normalmente de 2 a 5 años. Sin objetivos a largo plazo, una organización vagaría sin rumbo hacia un fin desconocido. Es difícil imaginar que una organización o un individuo tengan éxito sin objetivos claros. Es probable que hayas trabajado duro los últimos años esforzándote por alcanzar el objetivo de licenciarte en empresariales. El éxito rara vez se produce por accidente, sino que es el resultado de un duro trabajo dirigido a la consecución de determinados objetivos.
Ejemplos de objetivos a largo plazo
Los objetivos a largo plazo representan los resultados esperados de la aplicación de determinadas estrategias (David, 2001). Los objetivos a largo plazo difieren de la declaración de visión de una empresa en que se guían por la visión global, pero también tienen en cuenta los puntos fuertes y débiles internos de la empresa, así como sus oportunidades y amenazas externas. Es decir, la visión y el entorno operativo en el que se encuentra una empresa conforman los objetivos a largo plazo. La importancia de los objetivos a largo plazo radica en que cuantifican o concretan las metas que persigue una empresa. Por ejemplo, un objetivo a largo plazo podría ser mejorar sus procesos de desarrollo de proyectos para recortar un 5% adicional de los gastos generales asociados al desarrollo de nuevos productos. Aunque se ha escrito mucho sobre la naturaleza de los objetivos a largo plazo, en el fondo, esos objetivos sólo son útiles para las empresas cuando son cuantificables, razonables pero estimulantes, tienen un plazo determinado y están en consonancia con el funcionamiento de las unidades corporativas. Un escritor empresarial ha acuñado el término objetivos SMART para identificar los elementos clave necesarios para que la fijación de objetivos sea útil (Doran, 1981). La tabla 2.1 identifica las características clave subyacentes al acrónimo SMART, tal y como ha sido adaptado por una empresa de Fortune 500:
Importancia de los objetivos a largo plazo en la gestión estratégica
Los objetivos a largo plazo para las empresas son las metas de alto nivel de su estrategia que pretende alcanzar en los próximos 3-5 años o incluso más. Son los objetivos que, una vez alcanzados, le acercan a su visión.
Suelen ser resistentes a los cambios del entorno, como los tecnológicos, políticos y otros. Los objetivos a largo plazo determinan la dirección de su empresa y solidifican su estrategia con respecto a su posición en el mercado y el sector. En otras palabras, esbozan los objetivos de alto nivel que decides cumplir para dar vida a tu visión.
No se mueve en ninguna dirección concreta y está sujeta a todos y cada uno de los cambios del entorno. Salta de tendencia en tendencia sin entender qué las provoca, tratando de sacarles todo el partido posible. A veces lo consigue, otras no tanto. Como resultado, su rendimiento es una montaña rusa y su futuro impredecible e incierto. Este tipo de empresas avanzan rápidamente hacia ninguna parte.
En cambio, las organizaciones con objetivos a largo plazo derivados de su visión tienen un rumbo más firme. Tienen claro en qué quieren convertirse en los próximos 3-5 años, lo que guía sus decisiones. Les resulta más fácil detectar tendencias significativas y aprovecharlas a corto plazo para tener éxito a largo plazo.